El sol comienza a declinar, tiñendo el cielo con pinceladas anaranjadas y rosadas. El aroma a leña quemándose lentamente ya se percibe a varias cuadras a la redonda, una señal inequívoca: ¡hoy hay asado!En el patio, el "asador", con su delantal de cuero curtido y una mirada concentrada, supervisa el fuego. No es cualquier fuego: es un ritual. Pr..