El matrimonio del periodista Carles Pastrana (Tarragona), y de la enólogo Mariona Jarque (Barcelona), se proponen, a finales de los años setenta, la aventura de su vida dedicando su futuro familiar y profesional al proyecto de recuperación de los vinos Priorat y la posterior proyección de dichos vinos a escala internacional.
Treinta años después de aquellos inicios, juntamente con sus dos hijos Guillem y Iona, futuro esencial de esta historia, han consolidado un proyecto que hoy es conocido en todo el mundo.