En un entorno de un ecosistema privilegiado. Nuestra bodega está integrada a la montaña con sus pulsaciones y la vida que late en medio de la quietud.
El edificio de piedra inmerso en la precordillera y su viñedo conforman un oasis en un auténtico desierto de altura. Su arquitectura reúne los materiales nobles de la Cordillera de los Andes -rocas, canto rodado, granza, arena y limo- logrando una perfecta armonía con el paisaje. Una bodega-montaña integrada a los Andes.
Nuestros vinos encierran los latidos de los Andes, sus vibraciones que dan vida a un entorno natural único.
Luego de años de búsqueda de un terruño excepcional en el Nuevo Mundo, la génesis de la séptima bodega de Raventós Codorníu comenzó en el año 1999 y se construyó en 2001 en Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, al pie de los Andes y a 1.050 metros sobre el nivel del mar.